LA EDAD MODERNA
Calvino (1509-1564), formado inicialmente como letrado humanista, no puede evitar usar el lenguaje aristotélico de causa y cantidad para describir su divinidad: “Dios no es sólo causa primera; también lo gobierna y dirige todo”; “No es sólo universal la providencia, sino también particular”.
El pastor reformador afirma que el entendimiento humano (¿logos?) no está “sano y perfecto, cuando es débil y está tan envuelto en tinieblas”. Los reformadores rechazan el libre albedrío pues «Cristo Dios nos eligió antes de la creación del mundo, para estar en su presencia sin culpa ni mancha» (Efesios 1-4).